Novias | Una boda vintage y ecléctica en un granero de un rancho de Utah

Nicole Sands y Tyler Dahlke se conocieron cuando estudiaban en el instituto en el sur de California. No podían imaginar que, 12 años después, Tyler le pediría a Nicole que se casara con él. «En marzo de 2020, condujimos durante 15 horas hasta Telluride, Colorado, con nuestro mini pastor australiano, Finn, para pasar un mes con una pareja de nuestros mejores amigos», recuerda Nicole. «Fue allí, después de un paseo por la nieve, cuando Tyler se arrodilló y me pidió que pasara el resto de mi vida con él».

Aunque la playa es su lugar habitual, la pareja quería cambiar de aires y celebrar su boda en la montaña. Un viaje de trabajo antes incluso de comprometerse llevó a Nicole al lugar perfecto: The Lodge at Blue Sky, en Wanship, Utah. «Al llegar, Nicole envió fotos a Tyler, admitiendo emocionada que había encontrado el lugar perfecto para celebrar su futura boda. Y así fue, fue el primer lugar al que acudimos después de comprometernos y el único al que fuimos a visitar en persona», dice la pareja. «Era nuestro sueño, el lugar más perfecto que podríamos haber imaginado para dar el «sí, quiero». Desde la estética lujosa y rústica hasta la sensación de intimidad y aislamiento de la propiedad, ¡estábamos deseando recibir a nuestra familia y amigos para un fin de semana lleno de celebraciones!».

Para hacer realidad su sueño de una boda natural y ecléctica con toques vintage, los novios contrataron a Michelle Leo, de Michelle Leo Events. «Al estar fuera del estado, era importante para nosotros contar con una organizadora que nos ayudara con la planificación y la logística», comentan. «¡Fue la mejor decisión!». Nicole tenía una idea muy clara de cómo quería que fuera ese día y quería participar activamente en los aspectos de diseño. «Aunque contratamos a una organizadora a tiempo completo, ella escuchó mis ideas con atención», explica la novia. «Yo quería algo único y ella entendió lo que quería».

La pareja trabajó con su organizadora para llevar a cabo su visión estética de principio a fin, incluyendo las encantadoras invitaciones. «En nuestra primera reunión con ella, establecimos una regla: nada de rosas. En cuanto a las flores, queríamos que todo pareciera recién recogido de un campo de flores silvestres», cuenta la pareja. La paleta de colores incluía tonos neutros como el crudo y el lino, con toques de azul empolvado, lavanda y terracota. «En cuanto a la estética, queríamos aprovechar todos los elementos naturales de la propiedad, como el granero de madera recuperada (¡que olía a madera rústica!) y los adorables caballos rescatados, al tiempo que incorporábamos piezas de aspecto vintage que no dominaran el lugar».

El itinerario del fin de semana incluyó paseos a caballo por senderos privados, competiciones deportivas de tiro al plato en el campo de tiro al plato de 18 puestos y un almuerzo íntimo en una pintoresca yurta. Nicole y Tyler dieron inicio a las festividades recibiendo a los invitados en una fiesta de bienvenida al estilo western en el bar del complejo, donde la novia lució un vestido de Anine Bing con un corsé de Galia Lahav. «Todo lo relacionado con nuestro fin de semana de boda fue totalmente 'nosotros'. Lo más importante era que queríamos que fuera un fin de semana especial que no solo recordáramos para siempre, sino también nuestros invitados», comparten los novios. Nicole, aficionada a las manualidades y a crear piezas únicas, se hizo ella misma unos pendientes barrocos con perlas para la noche.