Vogue: Dónde ir para disfrutar del sol invernal en 2023

Los viajeros frecuentes a Centroamérica suelen alabar Nicaragua, el vecino más tranquilo y asequible de Costa Rica, pero un viaje a Hacienda AltaGracia es una buena forma de recordar por qué el mundo se enamoró de Costa Rica en primer lugar. Inaugurado en noviembre de 2021, este hotel de 50 habitaciones, situado en una antigua finca cafetera en las estribaciones de las montañas de Talamanca, es la encarnación de la pura vida: un día aquí puede incluir un paseo a caballo entre los cafetos y los campos de caña de azúcar de la hacienda, un baño en el río Calientillo (con masaje opcional con bergamota silvestre) o una excursión de observación de aves en busca de caracaras y quetzales. En todas direcciones, el paisaje es impresionante por su belleza. (No es de extrañar que AltaGracia se encuentre junto a una de las zonas azules del mundo, un lugar donde la esperanza de vida media es significativamente más larga de lo normal). Sin embargo, el verdadero atractivo aquí es el spa de 1858 metros cuadrados, diseñado a imitación de un invernadero y lleno de musgo, buganvillas y helechos. Cada visita comienza con un tratamiento Casa de Agua, con exfoliación a base de hierbas y arcilla local, antes de que los huéspedes pasen a disfrutar de todo tipo de tratamientos, desde la *maderoterapia* —una técnica de masaje con madera practicada en toda la región— hasta baños de gong.

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